Misión y visión organizacional

El objetivo de declarar un propósito y un destino

Ing. Máster Coach Daniel Rosales

 

Desde hace varias décadas me desempeño profesionalmente en el mundo empresarial y organizacional, pudiendo distinguir que, casi me animaría a decir, en la totalidad de ellas, se habla de Misión y Visión con cierto desdén, generado probablemente por la falta de finalidad en el proceso de definirlas, lo que concluye en sendos cuadros colgados de las paredes. Triste destino para dos distinciones fundamentales del management que deberían considerarse como guías del accionar empresarial.

Orientados por el pensamiento del neurólogo y psiquiatra austríaco Víktor Frankl, autor de su célebre obra “El hombre en busca de sentido”, una empresa que no declare el “para qué” de su existencia, traería la reflexión de “para qué” opera en el mercado que opera.

Desde la mirada de la filosofía del lenguaje (John Austin, John Searle, Ludwig Wittgenstein, Martín Heidegger, Humberto Maturana), los seres humanos nos conformamos en el lenguaje, desde un criterio existencialista. Además, y desafiando el paradigma de que el individuo se conforma desde una esencia permanente, inmutable y eterna, la perspectiva sistémica considera que “somos seres relacionales” y, por tanto, “somos en tanto un otro”. Esta concepción impacta fuertemente en el estilo de liderazgo y en el planeamiento de las acciones que las empresas y organizaciones llevan a cabo.

Si todo lo que pasa o pasó ocurre u ocurrió en el lenguaje hay, por tanto, una característica descriptiva en el mismo. Si todo lo que falta para crear un futuro, ocurre en el lenguaje, entonces también encierra una característica generativa. A través del lenguaje, entonces, describimos el pasado y diseñamos el futuro, desde el único tiempo que existe: el presente. Peter Drucker sostiene: “El planeamiento tiene que ver con el futuro de las decisiones presentes y no con el presente de decisiones futuras”. Ahora bien, diseñamos el futuro desde aquello que queremos construir o lo hacemos “corrigiendo” lo obtenido en el pasado?. Suelo compartir con mis clientes y alumnos que, habiendo liderado una cátedra universitaria de Planeamiento Estratégico Comercial durante más de quince años, analizando complejos modelos de simulación y proyección de comportamiento de mercados, al regresar a mi trabajo de entonces, Gerencia Comercial, elaborábamos los presupuestos tomando las cifras del año anterior y ajustándolas por estimaciones, más intuitivas que científicas. Los hábitos comportamentales van determinando la cultura, ya sea de una persona o de una organización. Si las acciones surgen de los resultados del pasado, la cultura que se irá conformando es una cultura reactiva. Podríamos decir, por tanto, que no son acciones las que planificamos, sino reacciones.

Aquí surge la importancia de que las organizaciones reflexionen acerca de la MISIÓN y la VISIÓN para que sean estas declaraciones las que determinen el accionar de las mismas.

¿Qué entendemos como MISIÓN?

Como fue dicho, la MISIÓN surge desde una DECLARACIÓN, acción lingüística que, realizada en el presente, abre el contexto para que el futuro comience a ser construido. Expresa la razón de ser, el propósito de la persona o de la organización, el “para qué” de su existencia. Como toda declaración, la palabra antecede a los hechos, que serán distinguidos luego del accionar, de allí que la guían, creando una cultura pro activa. Genera el COMPROMISO (Promesas), dándole sentido a nuestro accionar, más allá de circunstancias limitantes.

Declarar la MISIÓN surge de las reflexiones acerca de preguntas generadoras tales como:

¿Quiénes somos? ¿Cuál es nuestra razón de ser? ¿Para qué estamos en el mundo? ¿Qué identidad queremos crear? ¿Qué valor creamos para nuestros clientes? Si la Misión es la declaración que realizamos para accionar de manera tal que generemos una identidad pública, o sea, la manera en que queremos, como organización, ser reconocidos por la sociedad, declararla es una manera de protegernos para no accionar de manera tal que podamos estar contradiciendo el compromiso de “estar siendo” quienes decidimos “querer ser”, negándonos a nosotros mismos. Observemos que estoy señalando una diferencia significativa respecto a la manera tradicional en el que el management convencional define a la Misión, ligada más al “hacer” que al “ser” de la organización. La Misión, en síntesis, habla de “quienes elegimos SER para HACER” y así crear el VALOR que ofrecen los productos ó servicios al mercado al que nos dirigimos.

¿Qué entendemos por VISIÓN?

Declarada la Misión en términos personales u organizacionales la pregunta que surge es:

¿Qué “hechos” necesitamos crear, desde nuestro accionar, para que en un futuro determinados “veamos” esa realidad diferente?

De manera similar a la MISIÓN, la VISIÓN es una DECLARACIÓN, especifica el COMPROMISO con “hacer que las cosas pasen”, con un resultado, un logro, una meta determinada. Es la construcción lingüística que define y crea el futuro que deseamos y del cual nos hacemos responsables para comprometernos y accionar como protagonistas. Diseñar futuro es establecer metas y objetivos en un determinado plazo y actuar en consecuencia para crear esa nueva realidad.

La declaración de VISIÓN orienta el accionar para la definición de objetivos y planes de acción, evitando por tanto el accionar en “automático”. Así como dijimos que la Misión es el propósito, la razón de ser, la Visión nos especifica el destino al que queremos llegar accionando desde la Misión.

Finalmente, parafraseando a Nietzche en su expresión: “Quien tiene un “para qué” vivir, podrá soportar cualquier como”, podemos reflexionar tanto sobre nuestra propia vida como sobre el fluír de una empresa: Si no tenemos un propósito, una razón de vida que nos conmueva y comprometa, estaríamos vaciando de sentido el existir. El sentido no se descubre, se crea, desde la responsabilidad y el compromiso con el diseño de futuro y la generación de valor para los diferentes ámbitos que habitamos.

 

 

“No hay viento favorable para aquél que no sabe adónde va” – Séneca

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